Los escribanos están en el ojo del huracán legal. La profesión está siendo atacada por todos lados y la Ley de Escribanos está siendo reformada para eliminar a los profesionales.
Los escribanos están en el ojo del huracán legal
Desde el pasado mes de marzo, los escribanos estamos en el ojo del huracán legal. Esto se debe a que, a partir de esa fecha, entramos en vigor las nuevas normas de la Ley de Escribanos, que nos obligan a adaptarnos a un nuevo modelo de ejercicio de nuestra profesión.
La Ley de Escribanos establece un nuevo marco legal para la actividad de los notarios y registradores, que se basa en tres pilares fundamentales: la modernización, la simplificación y la digitalización. Estos cambios son necesarios para hacer frente a los retos a los que se enfrenta nuestra profesión en el siglo XXI, y para garantizar que los ciudadanos y las empresas puedan acceder a un servicio de calidad.
Aunque el proceso de adaptación a las nuevas normas ha sido complicado, estamos trabajando día a día para cumplir con los nuevos requisitos y ofrecer un servicio de calidad a nuestros clientes.
En un momento en el que el Gobierno está intentando impulsar la digitalización de la administración, los escribanos están en el ojo del huracán legal. La Ley de Modernización de la Administración Local, que está en proceso de tramitación, prevé que los ayuntamientos puedan utilizar sistemas electrónicos para la gestión de los expedientes municipales.
Los escribanos están en el ojo del huracán legal debido a su posición en la cadena de custodia de la documentación. Como tal, deben estar atentos a los cambios en la legislación y asegurarse de que sus clientes estén al tanto de estos cambios. Los escribanos también deben estar dispuestos a adaptarse a los nuevos entornos legales y a los cambios en el mercado.